La playa de la Roda, en las Islas Cíes gallegas, fue
calificada por el diario británico The Guardian como la mejor del mundo.
El acceso está restringido a un máximo de 2.000
personas diarias, lo que garantiza la conservación de su espectacular
entorno.
Playa do Vilar, (Galicia)
La playa do Vilar, en La Coruña, forma parte de otra
playa más grande de casi 4 kilómetros de arena blanca y muy fina.
Está muy alejada de las poblaciones y en un magnífico
entorno repleto de vegetación, huertas, bosques y dunas.
La playa gaditana de Bolonia es famosa por su gran
duna, que sitúa al viajero casi en el Sahara.
La playa, cercana a la punta de Tarifa, cuenta con 4
kilómetros de arena dorada y aguas azul turquesa desde las que se puede
ver África en los días claros.
Playa del Silencio, (Cantábrico)
La asturiana playa del Silencio, también llamada playa
Gaviero, es un lugar tranquilo y plagado de vegetación que queda
resguardado del viento por una montaña.
Bañada por el Cantábrico, en sus márgenes pueden verse
varios islotes que emergen según la marea.
La playa de los Muertos está en el Cabo de Gata,
Almería, y aparece como de la nada tras descender por un camino entre la
maleza.
Es una playa ancha con arena de guijarros y de una
belleza impresionante.
La playa del Médano está en el municipio de
Granadilla, en la isla canaria de Tenerife, y es una de las más grandes
de la isla.
Su arena es dorada y fina y las aguas son tranquilas,
transparentes y de poca profundidad.
La playa Mitjana está en la isla de Menorca, en las
Baleares, y conserva su frondosa vegetación porque ha sabido mantenerse
aislada de los turistas.
Es una playa tranquila con aguas azul turquesa que
nada tiene que envidiar al Caribe.
Ses Illetes es una playa de la isla de Formentera, y
aunque en los meses de verano está llena de turistas, nadar en sus aguas
cristalinas y plagadas de peces es aún un placer.
Está en pleno Parque Natural de las Salinas y es
famosa desde que Julio Medem rodara allí algunas escenas de "Lucía y el
sexo".
L'Illa Roja, en Gerona, es una preciosa cala naturista
que recibe su nombre por albergar un peñasco rojizo que contrasta con la
fina arena dorada.
Conserva su naturaleza intacta y, aunque sólo se puede
acceder a ella por un pequeño camino, merece la pena visitarla.
La playa de la Concha está en la Isla de Lobos,
Canarias, y su arena parda queda separada de la isla por un brazo de mar
denominado El Río.
Rodeada de roca volcánica, sus aguas tranquilas y
transparentes invitan nadar en cualquier época del año.
Rodeada de colinas plagadas de pinos, la pequeña Cala
Salada, en la isla balear de Ibiza, es el destino preferido de los
residentes locales que cuentan con alguna embarcación, ya que aquí no
llegan los turistas.
Cala Galdana es una de las playas más conocidas de la
isla de Menorca, en Baleares. Es amplísima, tiene forma semicircular y
su suave arena blanca está rodeada por acantilados repletos de pinos que
la protegen del viento.
Playa de las Catedrales (Galicia)
La playa gallega de las Catedrales es una de las más
llamativas y la más espectacular de la costa gallega.
Su encanto se debe
a las impresionantes formas rocosas que salpican la arena, que se han
merecido el título de Monumento de la Naturaleza.
La playa de Punta Umbría es el es espacio más hermoso
de la costa de Huelva, y cuenta con 13 kilómetros de arena fina dorada y
muy limpia bañada por un tranquilo océano Atlántico.
Playa de Calblanque, (Murcia)
La playa de Calblanque está enclavada en el Espacio
Natural Protegido del Parque de Calblanque, en Murcia. Su entorno
privilegiado y sin edificaciones la convierten en una de las playas más
bellas de la provincia.
|