Ver Reportajes -
Ver todo -
Ver Fotos
- Ver Videos
- Entrar Chat
Pueblos Marineros
del Mar Cantábrico - (Cantabria)
España
El litoral cantábrico está repleto de pequeños pueblos
que preservan todo el encanto de las villas marineras
Refugio de acantilados y playas prácticamente
inmaculadas, la costa cantábrica cuenta con una importante tradición
marinera. Pueblos de hábitos pesqueros se suceden a lo largo de este
recio litoral sometido a las fuerzas de la naturaleza. Desde Galicia al
País Vasco son numerosas las localidades que dan testimonio de una forma
de vida volcada con el mar.
|
|
Malpica de Bergantiños
Al noroeste de la provincia de A Coruña, en
plena Costa da Morte se encuentra uno de los pueblos
pesqueros más típicos de Galicia. Su actividad siempre
estuvo vinculada al mar, ya desde el siglo XVII con la pesca
de cetáceos aunque hoy se dedica fundamentalmente a la pesca
de bajura y el marisqueo. Este apego a la mar queda de
relieve en las paredes de la Casa del Pescador, adornada por
la huella del pintor Urbano Lugrís, que dedicó gran parte de
su obra a la imaginería que la localidad le brindaba.
En la actualidad Malpica conjuga su vida
portuaria con una creciente vena turística. Y es que el
visitante se ve absorbido por tradiciones gremiales como los
boteros que llevan desde el muro del puerto hasta las
embarcaciones pesqueras, las atadoras que remiendan las
redes o las subastas en la lonja a primera hora de la tarde.
Indispensable es caminar por sus empinadas callejuelas y
contemplar las viejas casas de arquitectura marinera.
Muestras de tradición son también su gastronomía en la que
destacan las caldeiradas de pescado, pulpo o marisco, así
como sus Fiestas del Mar en agosto.
Tazones
En la costa del asturiano concejo sidrero de
Villaviciosa y en la desembocadura de su ría, se encuentra
Tazones, otro puerto de origen ballenero que conjuga lo
mejor de mar y montaña. Su paisaje urbano lo forman humildes
aunque bellas casitas y empedradas calles marineras que ven
los días pasar al arrullo de las olas. El municipio se
enclava entre dos peñas y se precipita hacia el mar en una
sucesión de blancas viviendas y muestras de patrimonio como
la Casa de las Conchas, cubierta de estas corazas.
A su pequeño puerto llegan cada tarde las
delicias marinas que seducen al visitante en platos de
marisco y pescado de la más alta calidad. La evidencia de su
comunión con la mar la ilustra cada año San Roque, fecha en
que celebran una tradicional procesión de lanchas por el
puerto, llevando en una de ellas el santo a bordo. Como
complemento perfecto, en sus pedregales puede también
seguirse la huella de los dinosaurios, con rutas
señalizadas.
Ubiarco
Otro puerto marcado por el verdor de la
montaña y el azul de las aguas es Ubiarco, en medio de
un valle pegado al mar. Dentro de la localidad cántabra
de Santillana del Mar, se diferencia de los anteriores
por una tradición también ganadera y sus tierras de
pastos en suave descenso. Esta geografía lo convierte en
un enclave apto para el contacto con la naturaleza y el
turismo rural, muy implantado en la zona.
La Playa de Santa Justa es un pequeño
reducto natural de arena fina, rodeado de muros de
piedra. Es todo un placer sentarse en soledad a
contemplar el fuerte oleaje azotando las rocas. Junto a
ella destaca una ermita situada al cobijo de un arco
natural que parece datar del siglo XVI aunque carece de
elementos decorativos. El entorno del pueblo hacia el
interior pasa por agrestes montañas, mágicos bosques y
amables praderas. Ecosistemas que albergan una rica
fauna con zorros, jabalíes, gansos, milanos, gaviotas o
cormoranes. Sin olvidar tesoros de sus aguas como la
lubina, el centollo, el percebe, la trucha o la
sardina.
Bermeo
El vizcaíno puerto de Bermeo aloja la
mayor flota de pesca de bajura del cantábrico. Es
por ello que una de sus imágenes más típicas son las
hileras de barcas amarradas que visten el mar de
vivos colores. A su imagen y semejanza, los
pescadores levantaron sus casas mirando al mar y las
pintaron con diferentes tonos. En cada calle de su
barrio pesquero se respira mar, así como en su lonja
o en la Cofradía de Pescadores. Entre otros
edificios destaca la Torre de Ercilla, Monumento
Histórico Artístico del siglo XV y sede del Museo
del Pescador.
La localidad no se puede abandonar sin inmortalizar
una de las estampas más sobrecogedoras que se puedan
encontrar en la costa cantábrica. Se trata de la
ermita de San Juan de Gaztelugatxe, encaramada en un
islote que se comunica con la tierra mediante un
puente.
|
|
|
|