Ámsterdam

Se puede recalar unos días en Ámsterdam para conocerla
a fondo y posteriormente visitar Breda, famosa por su catedral y su
casco viejo.
Estas rutas tienen mucho éxito ya que los vuelos a
Amsterdam suelen ser más caros que a Bruselas, por lo que los Países
Bajos suelen ser más visitados en coche o tren desde tierras belgas.
Maastricht

Los interesados en la historia, tanto la más clásica
como la más reciente pueden incluir en su ruta Maastricht, ciudad clave
en la construcción europea y la más antigua de los Países Bajos (50 a.C.),
en la punta del territorio que sobresale entre Bélgica y Alemania.
Enclave romano en su origen, conserva parte de sus
murallas y catacumbas de 10 kilómetros que conducen a las afueras. Es
una ciudad en la que la tradición neerlandesa se ve mermada por la
influencia belgas y alemana
Islas Waden

También existen otras alternativas menos obvias, como
las Islas Wadden, cinco islas al norte del país, en mar del mismo nombre
y que se extienden formando un arco comunicado con el continente
mediante ferrys.
Ofrecen un contacto puro con la naturaleza y son una
importante reserva de aves.
Texel

La más extensa es Texel, con 24 km de playas, que
celebra cada verano la mayor regata de catamaranes del mundo.
Cada cual cuenta con su particularidad y así
Terschelling es famosa por su buen tiempo, Vlieland por su ambiente
familiar y Ameland por sus peculiares aldeas inundadas de turistas en
verano.
Zelanda

En el extremo suroccidental está la provincia de
Zelanda (tierra de mar). Las mareas y los fuertes vientos provocaban
muchos destrozos e inundaciones en la zona hace ya décadas, por lo que
se abordó el plan Delta para protegerla de la furia marina.
Aún conserva parte de su naturaleza silvestre, a pesar
de alzarse en la cima de la colosal barrera de 3 kilómetros que la
protege de las inclemencias.
Muévete en bici

Por último hay que destacar que las rutas en bicicleta
están a la orden del día en Holanda, un país que es un paraíso para los
cicloturistas.
Se trata de un país predominantemente llano y además,
dentro de los núcleos urbanos se pueden encontrar magníficos carriles
adaptados a las dos ruedas.
Además de todo ello hay gran facilidad para el
alquiler de estos vehículos y se pueden llevar en los trenes. De hecho
incluso en las propias estaciones de tren suele haber servicio de
alquiler de bicicletas.
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