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Meteora, en Grecia.
En la llanura de Tesalia, en la
región central de Grecia, se construyeron –durante
los siglos XI a XV– más de una veintena de
monasterios suspendidos en el cielo sobre las
inmensas masas rocosas de las montañas de Meteora.
Según los antiguos escritos
cristianos, estas formaciones pétreas sobre las que
se construyeron los monasterios eran ‘rocas enviadas
por el cielo a la tierra’ para rezar desde las
alturas, con mayor proximidad al Creador.
Pero el atractivo principal de
esta imponente ubicación en sus primeros tiempos era
la protección de los ermitaños a los ataques
serracenos de turcos y albaneses. Hoy, de los 22
monasterios construidos, sólo seis están habitados.
La mayor parte de ellos fueron
destruidos, no por los turcos, sino por el ejército
alemán durante la Segunda Guerra Mundial para
combatir a la resistencia griega que se había
refugiado en ellos.
El mayor de los monasterios es el
Gran Meteoro (o Monasterio de la Transfiguración)
que durante siglos era el centro neurálgico de
Meteora. Fue fundado por el monje bizantino San
Atanasio de Trebisonda, tras ser expulsado del Monte
Athos, que el mismo había erigido.
En él se guardan
valiosos frescos policromados que ilustran las
persecuciones y martirios que sufrieron los
cristianos de la región.
No obstante, el más impresionante
es el monasterio de la Santísima Trinidad elevado
sobre una alta columna cilíndrica.
Según cuenta la
historia, fueron necesarios más de 70 años para
transportar los materiales de construcción a lo alto
del peñasco donde está.
Los monasterios de San Nicolás
Anapafsas, San Esteban, Varlaam y Roussanau
completan un recorrido que puede hacerse a lo largo
de una jornada de ascensos y descensos –disfrutando
de paisajes difíciles de crear con la imaginación–
gracias al sistema actual de puentes y caminos.
No hace mucho, para llegar a
algunos de estos monasterios era indispensable subir
con cestos mediante sistemas arcaicos de poleas.
No
hay que olvidar al hacer la visita que se trata de
lugares religiosos en los que se exige una
indumentaria adecuada.
Desde lo alto de los monasterios
se disfruta de las panorámicas espectaculares
dibujadas, según se cree, hace millones de años por
un río que desembocaba en el mar de Tesalia y que al
cambiar su curso hacia el mar Egeo dejó este
insólito paisaje.
Muchas, y muy variadas, han sido
las apariciones de estos monasterios en la gran
pantalla.
En 1981 se rodó parte de la película de
James Bond ‘Sólo para tus ojos’ en el de la
Santísima Trinidad.
Breve escena en
inglés, de James Bond, en ‘Sólo para tus ojos’.
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Veinte años antes el capitán Haddock y Tintin ya habían visitado a un monje de
Meteora en ‘Tintín y el misterio del Toisón de Oro'
y sus escarpados montes han sido recientemente el
refugio tras la guerra los zombies.
A las faldas de Meteora se
encuentra Divani Meteora Hotel, un moderno
establecimiento de cinco estrellas de la cadena
griega Divani Collection que cuenta con confortables
suites con espectaculares vistas, piscinas y un
completo spa.