Alicante, situada en el corazón de la Costa Blanca, es
una ciudad vibrante y soleada que ofrece una mezcla perfecta de
historia, mar y vida urbana.
Un fin de semana en esta ciudad es suficiente para
sumergirse en su esencia mediterránea, descubrir rincones con encanto y
disfrutar de su deliciosa gastronomía.
Aquí te propongo un plan único para que saques el
máximo partido de tu escapada.

Día 1: Historia y
Paseos con Vistas
Mañana: Castillo de Santa Bárbara y el Barrio
de Santa Cruz
Tu fin de semana en Alicante debería empezar por lo
alto, literalmente, con una visita al Castillo de Santa Bárbara,
una impresionante fortaleza que corona el Monte Benacantil.


Esta histórica estructura no solo ofrece una lección de la rica historia
de la ciudad, sino también unas vistas espectaculares de la bahía de
Alicante, el puerto y el casco urbano. Desde arriba, puedes admirar cómo
el azul del Mediterráneo se funde con el blanco y ocre de los edificios
de la ciudad.
Después de explorar el castillo, baja hacia el
Barrio de Santa Cruz, uno de los rincones más pintorescos de
Alicante. Este barrio está formado por estrechas calles empedradas,
casas encaladas decoradas con flores y detalles de colores vivos.

Barrio
de Santa Cruz
Pasear por Santa Cruz es una experiencia tranquila y
encantadora, donde podrás detenerte a tomar algo en alguna pequeña
terraza mientras disfrutas del ambiente local.
Tarde: Explanada de España y Playa del
Postiguet
Después de recorrer el casco antiguo, dirígete a la
famosa Explanada de España, el paseo marítimo más
icónico de Alicante.

Los mosaicos ondulantes de su suelo, con más de seis millones de piezas,
forman un mar de colores bajo tus pies mientras paseas bajo las
palmeras.
Este es un lugar ideal para relajarse, comprar en los
puestos artesanales o disfrutar de una bebida refrescante en alguna de
sus terrazas.

Al caer la tarde, no hay mejor plan que relajarte en
la Playa del Postiguet, una playa urbana con aguas
cristalinas que está a solo un paso del centro. Puedes tomar el sol,
darte un baño en el Mediterráneo o simplemente contemplar cómo el sol se
oculta tras las colinas mientras la ciudad adquiere un tono dorado.
Día 2: Cultura,
Naturaleza y Sabores Mediterráneos
Mañana: Museo de Arte Contemporáneo y Mercado
Central

Dedica la mañana del domingo a sumergirte en la cultura de Alicante
visitando el Museo de Arte Contemporáneo (MACA), que
alberga una impresionante colección de arte del siglo XX, incluyendo
obras de artistas como Picasso, Miró y Juan Gris.
El edificio en sí, una mezcla de lo moderno con la
arquitectura tradicional, es una obra de arte.
Tras la visita cultural, dirígete al Mercado
Central, un verdadero templo de los sabores mediterráneos. Aquí
puedes descubrir los productos más frescos de la región, desde pescados
recién capturados hasta frutas, embutidos y quesos locales.
El bullicio del mercado es contagioso, y no podrás
resistirte a probar alguna tapa o comprar algún manjar para llevarte de
recuerdo.
Tarde: Parque de Canalejas y Paseo en el
Puerto
Para disfrutar de una tarde más tranquila, pasea por
el Parque de Canalejas, uno de los jardines más
antiguos de la ciudad, donde sus ficus gigantes crean un refugio fresco
bajo el sol mediterráneo.

Parque
de Canalejas
Este parque es un lugar perfecto para desconectar antes
de caminar hacia el cercano puerto deportivo.
El Puerto de Alicante es un lugar
animado, lleno de restaurantes y bares con terrazas que ofrecen vistas
al mar y a los barcos.

Puerto
de Alicante
Si buscas una experiencia diferente, puedes reservar un pequeño paseo en
barco por la bahía para ver la ciudad desde el mar, una forma relajante
de terminar la tarde.
Noche: Cena con Estrella Mediterránea
Termina tu fin de semana disfrutando de una cena en
algún restaurante local que celebre la gastronomía alicantina. Platos
como el arroz a banda, los calderos de pescado
o los mariscos frescos son esenciales para cerrar tu visita con los
auténticos sabores del Mediterráneo.
Lugares como El Portal Taberna & Wines
o Monastrell (con estrella Michelin) son opciones
perfectas si quieres degustar lo mejor de la cocina alicantina en un
ambiente sofisticado.

Alicante es una ciudad que combina el ritmo relajado
del Mediterráneo con una vibrante oferta cultural e histórica.
En tan solo un fin de semana, puedes disfrutar de sus
playas, pasear por sus calles llenas de encanto, explorar su rica
herencia y saborear lo mejor de su gastronomía, todo mientras te dejas
envolver por la calidez de su gente y su ambiente acogedor.