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Ibiza, la otra cara de la isla blanca.

Cosas que hacer en Ibiza más allá de las discotecas y fiestas

Mientras multitud de personas bailan al ritmo de la música electrónica en los clubs más festivos de la isla, hay otro buen puñado de gente que va de vacaciones a Ibiza por razones muy diferentes.

Te contamos todo sobre la otra cara de Ibiza, y todo lo que puedes hacer si la visitas...

Estás muy equivocado si piensas que la única manera de sudar en Ibiza es en una pista de baile, '38 Degrees North' (38 Grados Norte) es un campo de entrenamiento de lujo para ponerte en forma.

Pero tranquilo, aunque no llegues a las 100 flexiones nadie te gritará.

 

Se realizan excursiones a playas aisladas de la costa, se monta en bicicleta a través de campos con aroma a pino y se dan clases de kickboxing.

Hay entrenamientos específicos para aquellos que quieren perder peso o desintoxicarse y también se pueden aprender deportes.

La estancia es en el 'Aguas de Ibiza', de cinco estrellas, y las comidas incluyen pescado y ensaladas elaboradas con productos de la tierra.

Olvídate de ir de playa en playa con tu toalla por Ibiza y escápate a la relajada isla de Formentera en su lugar, cuyas hermosas playas no desentonarían en El Caribe.

La travesía en ferry desde Ibiza solo dura media hora y durante los meses de verano hay varios cruzando el mar cada día. La pequeñísima isla está llena de vida salvaje, incluyendo más de 200 especies de aves.

Hay lagunas de sal para explorar y el Parque natural de Ses Salines se encuentra junto a la costa, atrayendo a los flamencos rosados.

Conduce lejos de las multitudes fiesteras y dirígete a los idílicos complejos hoteleros estilo zen de Villa Can Basta, en San Carlos.

Reserva la villa durante una semana para relajarte bajo el sol rodeado de lujo. Cuenta con 14 habitaciones, así que puedes volar hasta allí con tu familia y amigos.

Dispone de un anexo con una terraza para tomar el sol, camas de día y dos piscinas (la más pequeña es ideal para los niños). Elabora tus propios cócteles y sírvelos en una larga y sombreada barra, o prepara tu propia comida en compañía en el enorme área de cocina (hay un supermercado cercano para poder comprar todo lo necesario).

Disfruta del aromático entorno, lleno de aromas de lavanda y pino, y siéntete a miles de kilómetros de cualquier lugar.

Renuncia a los restaurantes caros y alójate en 'Les Terrasses' para crear tus propias delicias culinarias. Rodeado de limoneros y naranjos, el hotel está dirigido por dos mujeres francesas y tiene un ambiente ideal para relajarse.

Françoise te ayudará a ser creativo en la cocina y compartirá contigo sus habilidades y pasiones culinarias. Los productos usados para cocinar son orgánicos y de la propia huerta de 'Les Terrasses'.

Lo mejor de todo: no hay una línea definida, puedes elaborar comida marroquí, vietnamita o tailandesa, en función de las habilidades de cada chef.

En total contraste con la cara fiestera, Ibiza tiene un ambiente hippie de lo más tranquilo, como sucede en Atzaró.

La centenaria finca se encuentra en mitad de su propio campo de naranjos y es el lugar perfecto para practicar yoga.

Seas un principiante o tengas un nivel avanzado, hay clases para todos con todo tipo de estilos, desde el vinyasa al ashtanga.

También hay clases de Pilates  y Yogilates (una combinación de ambos). Extiende tu esterilla de yoga en el jardín de yoga balinés con vistas al campo o en el templo asiático.

Si acudes a la isla blanca buscando descansar y relajarte, entonces no busques más allá de la ultra-lujosa Hacienda Na Xamena.

Su localización ya es reparadora; en lo alto de un acantilado, con vistas a un mar lleno de pequeños barcos alineados con el horizonte. Sus 'Cascadas Suspendidas' son un circuito de talasoterapia al aire libre formado por varios niveles.

El agua de mar climatizada se desliza a través de las cascadas, y cada una de ellas desprende chorros de aire produciendo masajes de ensueño. El spa 'La Posidonia' (nombre del alga marina que crece alrededor de las islas), ofrece una gran variedad de programas de tratamiento personales y masajes de aromaterapia.

Con sus inigualables vistas panorámicas y frondosos valles, Ibiza es el lugar perfecto par ir de paseo a caballo, ya sea en trayectos cortos o largos, dependiendo de tu habilidad.

La población rural Can Curreu en San Carlos se remonta 200 años y tiene unas cuadras llenas de encanto. Puedes salir a cabalgar con la familia en uno de sus hermosos caballos - Capitán, Apache, Estrella o Blanca -, para descubrir el impresionante área local. No hay nada parecido a galopar por la playa con el viento chocando contra tu cabello.

Si estás buscando un lugar remoto para una escapada romántica en el campo ibicenco, entonces tu sitio es Can Domo.

Localizado en la cima de una colina, Can Domo es una antigua casa de campo del siglo XVII totalmente aislada y rodeada de olivos. Si ya quieres lo mejor de lo mejor, alójate en la Suite Domo (que tiene forma de iglú), con sus increíbles suelos de losa.

También hay una piscina para darte un chapuzón durante el día, mientras que por la noche puedes descansar en las hamacas colgadas alrededor de la misma. Puedes asistir a una ardiente puesta de sol y disfrutar de un cielo estrellado y despejado.