España está llena de castillos que parecen sacados de cuentos de
hadas, muchos de los cuales han sido restaurados y transformados en
alojamientos únicos.
Dormir en uno de ellos es una experiencia que
transporta al pasado, rodeado de muros llenos de historia, mientras
se disfruta de todas las comodidades modernas.
Aquí te propongo algunos castillos en los que no
solo puedes visitar, sino también pasar la noche, disfrutando de una
escapada inolvidable.
1. Castillo de
Alarcón (Cuenca)
Ubicado sobre un impresionante acantilado y rodeado por el río Júcar,
el Castillo de Alarcón ofrece una experiencia
medieval auténtica. Este imponente castillo del siglo VIII fue
convertido en Parador de Turismo, lo que permite a los visitantes no
solo admirar su estructura defensiva, sino también hospedarse en sus
habitaciones decoradas con mobiliario clásico y vistas panorámicas
al paisaje natural de La Mancha.
Al caer la noche, el silencio y las estrellas
sobre los muros te transportarán a tiempos de caballeros y reyes.
2. Castillo de
Olite (Navarra)
El Parador de Olite se encuentra dentro de uno de
los castillos más espectaculares y mejor conservados de España, que
fue en su día una de las residencias de los reyes de Navarra.
Dormir aquí es como alojarse en un palacio gótico,
con altísimos techos de piedra, vidrieras de colores y enormes
chimeneas.
Además, la pequeña localidad de Olite invita a pasear por sus calles
empedradas y disfrutar de los viñedos de la región, que son el
complemento perfecto para una escapada de ensueño.
3. Castillo de
Cardona (Barcelona)
Situado en lo alto de una colina, el Castillo de Cardona,
que data del siglo IX, ofrece una experiencia histórica inigualable.
Este castillo alberga un Parador que combina la majestuosidad de una
fortaleza medieval con el lujo contemporáneo.
Pasear por sus salones de piedra, explorar la
torre del homenaje o contemplar las vistas del valle desde sus
almenas te hará sentir como un auténtico noble. La atmósfera de
misterio y la belleza de su entorno, junto con la cercanía de la
Montaña de Sal, hacen que sea un destino fascinante.
4. Castillo de
Sigüenza (Guadalajara)
El Castillo de Sigüenza, también transformado en
Parador, es otro magnífico ejemplo de la fusión entre historia y
lujo. Se trata de una fortaleza medieval del siglo XII, que mantiene
gran parte de su estructura original, con torres, almenas y una
capilla románica.
Hospedarse aquí es como viajar en el tiempo, pero
sin renunciar a las comodidades modernas. Las habitaciones,
decoradas con detalles medievales, y las impresionantes vistas del
casco histórico de Sigüenza lo convierten en una opción perfecta
para una escapada inolvidable.
5. Castillo de la
Mota (Medina del Campo,
Valladolid)
Aunque no se puede dormir dentro del Castillo de la Mota,
existe un hotel a poca distancia que permite disfrutar del ambiente
medieval del castillo.
Este imponente bastión del siglo XV fue uno de los
más importantes de Castilla y jugó un papel crucial en la historia
de los Reyes Católicos. Además de visitarlo y recorrer sus enormes
muros y torres, la estancia cercana ofrece la oportunidad de
disfrutar del ambiente histórico y de la rica gastronomía de la
zona.
6. Castillo de Buen
Amor (Salamanca)
El Castillo del Buen Amor, ubicado en la provincia
de Salamanca,
es una joya renacentista transformada en un exclusivo hotel.
Rodeado de viñedos y jardines, este castillo
ofrece habitaciones de lujo que conservan detalles arquitectónicos
originales, como techos abovedados, suelos de piedra y mobiliario
antiguo.
El entorno rural y la atmósfera tranquila lo
convierten en un lugar ideal para una escapada romántica o para
desconectar del mundo moderno. Además, el restaurante del castillo
ofrece una cocina de autor que complementa a la perfección la
experiencia.
7. Castillo de
Monterrei (Ourense,
Galicia)
Para una experiencia auténtica y menos conocida, el Parador
de Monterrei, en Galicia, es una joya oculta. Este
castillo-fortaleza, situado en una colina con vistas espectaculares
al valle de Verín, es una fortaleza histórica transformada en un
acogedor hotel.
La combinación de la atmósfera medieval y las
comodidades modernas te hará sentir como en otra época, pero con
todas las ventajas del presente. Además, la gastronomía gallega es
otro atractivo indiscutible, con productos frescos del mar y la
tierra.
8. Castillo de
Jarandilla de la Vera (Cáceres)
El Castillo de los Condes de Oropesa, en la
localidad de Jarandilla de la Vera, Cáceres, es otro Parador que
ofrece la posibilidad de hospedarse en un auténtico castillo.
Rodeado por un frondoso paisaje de montañas y
ríos, este castillo renacentista fue, en su día, el refugio del
emperador Carlos V antes de trasladarse a Yuste. Sus patios
interiores, salones con chimenea y jardines te invitan a relajarte
en un entorno lleno de historia y belleza natural.
9. Castillo de
Peralada (Gerona)
El Castillo de Peralada, aunque no funciona como
hotel, ofrece una experiencia única para quienes buscan una escapada
diferente. Se encuentra rodeado de viñedos y bodegas, y alberga un
lujoso casino, un spa y jardines que invitan a pasear.
Aquí, además de la historia medieval, se puede
disfrutar de actividades como catas de vino y visitas a su museo del
vino. Hospedarse en uno de los hoteles boutique cercanos te
permitirá disfrutar de esta magnífica fortaleza y su entorno.
10. Castillo de
Almodóvar del Río (Córdoba)
Finalmente, para los amantes de la historia y las vistas
impresionantes, el Castillo de Almodóvar del Río,
situado sobre una colina con vistas al río Guadalquivir, ofrece una
visita inolvidable.
Aunque no dispone de alojamiento en su interior,
hay varias casas rurales y hoteles boutique en las cercanías donde
puedes hospedarte, disfrutando de la atmósfera medieval del
castillo.
La fortaleza ha sido restaurada con detalle y
ofrece actividades como visitas guiadas teatralizadas, que harán que
te sientas parte de la historia.
Cada uno de estos castillos no solo ofrece la
oportunidad de explorar siglos de historia, sino también de
disfrutar de una escapada llena de encanto y misterio.
Ya sea durmiendo en una fortaleza medieval o
degustando platos típicos en sus restaurantes, la experiencia de
hospedarse en un castillo en España es realmente única.
Por J Sánchez
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