Las mejores catedrales europeas

No pretendemos con esto hacer un ranking sino enseñarte muchas de las catedrales europeas que gozan de mejor reputación. No está de más que le eches un vistazo para poder entenderlas mejor

Europa es rica en arquitectura religiosa. La tradición, la construcción y el arte que hay allá donde vayamos lo corrobora. Te proponemos darte algunas claves de las mejores catedrales de Europa para que puedas fardar cuando vayas de viaje.

Échales un vistazo y así tendrás algunos de sus datos para quedar de lujo.

Notre Dame de París

Es una de las catedrales francesas más antiguas. Su construcción terminó en el año 1345. Su estilo gótico responde a las exigencias de la gente del momento de buscar en las iglesias el contacto espiritual.

Su fachada más famosa puede ser parecida a la de la Abadía de Saint-Denis. Reduce sus elementos a lo esencial, alejándose del románico. Sus torres tienen 69 metros de altura conteniendo la sur la campana Emmanuel.

Sagrada Familia, Barcelona (España)

Iniciado en 1882, todavía sigue en construcción. Es el máximo exponente de modernismo catalán. Hasta que tomó el proyecto Gaudí un año después de su comienzo, su estilo era neogótico. Sin embargo, este genial catalán fue improvisando según avanzaba su construcción.

La proyectó de forma parabólica y con 18 torres. La torre central, dedicada a Jesús, mide 170 metros. A la muerte de Gaudí, sólo se ha podido seguir su proyecto gracias a un modelo de yeso.

Frauenkirche, en Munich

Sus obras comenzaron en 1468 y acabaron en 1488 sobre la capilla de Santa María.

Su detalle más significativo son las dos cúpulas bronces que coronan las torres de 99 metros de altura que fueron construidas más tarde, en 1525 y que se ven desde kilómetros a la redonda puesto que prohibieron construir edificios más altos que ellas.

Su ladrillo rojo llama la atención en esta catedral del gótico tardío recatado

Saint Paul en Londres

Construida entre 1676 y 1710 sobre una catedral medieval que fue quemada en 1666. Es de los pocos edificios que sobrevivió a la II Guerra Mundial.

Su estilo barroco se demuestra en pleno en las pinturas de la cúpula que cuenta la vida de San Pablo.

El mosaico que corona el coro es de inspiración bizantina. Hay que contar que, después de la de San Pedro del Vaticano, su cúpula es la más grande del mundo y en ella podemos subir hasta 530 peldaños viendo los frescos que la decoran.

San Pedro, en Vaticano

No es la catedral de Roma, pero sí es la iglesia del Papa. En el interior del Vaticano se encuentra el Trono de San Pedro.

Su visión actual es producto de varias obras desarrolladas a lo largo de los siglos. Comenzó con ser un monumento que conmemorara el lugar donde fue enterrado San Pedro.

La construcción de lo que hoy conocemos se empieza en 1506 bajo el diseño renacentista propuesto por Bramante, que a su muerte fue seguido por Miguel Ángel. A la muerte de este último, concluyen su diseño definitivo Fontana y Della Porta.

Duomo de Milán (Italia)

De estilo gótico, tiene 157 metros de largo y puede llegar a albergar a 40.000 personas en su interior. Se dice que las ventanas del coro son las mayores del mundo.

En 1386 comenzó este proyecto que enfocaba más la tradición francesa que la propia italiana. En 1762 se levantó la aguja Madonnina de 108 metros de altura. Su fachada se terminó en 1805 por orden de Napoleón al ir a ser coronado rey de Italia.

Finalmente, la última puerta fue inaugurada en 1965 y con ella concluía el proyecto.

León, España

Su planta es una réplica de la Catedral de Reims. De estilo gótico, se ve marcado en las torres de distinto tamaño.

Uno de sus mayores atractivos son sus vidrieras cuyo conjunto cuenta con 134 ventanales y 3 rosetones.

Su triple pórtico recuerda al estilo francés, decorado en jambas y tímpanos por la escultura típica del gótico español que se caracteriza por el naturalismo.

Santiago de Compostela, en A Coruña

Según la tradición, en su interior reposan los restos del apóstol Santiago, lo que hizo que a partir de la Edad Media comenzara un famoso peregrinaje que se conoció como Camino de Santiago.

Su construcción comenzó en el año 1075 y fue concluido en 1128. Su planta es de cruz latina. En su comienzo fue románica, pero las posteriores adiciones, adhiere también toques renacentistas y barrocos.

Famosas son sus portadas, sobre todo la de la Plaza del Obradoiro. Otro gran atractivo es el botafumeiro.

San Vito, en Praga

Es la mayor obra de arte gótica de la ciudad. Se construyó por las reivindicaciones de los reyes de Bohemia que querían un arzobispado en Praga.

Su obra comenzó en 1344 y se inspiró en el gótico francés, aunque tras la muerte del primer arquitecto, los que le siguieron la adecuaron también al gótico alemán.

Tras guerras y destrucciones, no fue hasta 1929 cuando se dio por concluida la construcción de este templo. Sus vitrales contienen gran parte de la tradición y simbolismo checos.

Nidaros, Noruega

Esta catedral noruega luterana tiene influencias inglesas y toques románicos pero se considera gótica.

Su construcción tuvo lugar entre los años 1070 y 1320. Contiene los restos de San Olaf, pero no está consagrada a este santo nórdico.

Tras varias devastaciones, no fue hasta el S. XIX cuando el gobierno noruego decide que se retiren las restauraciones que habían cambiado su imagen y deciden que se haga de nuevo en su forma original.