El transbordador espacial Endeavour se dirige hacia el Centro de Ciencias de California, uniéndose así a una impresionante colección de objetos expuestos, que incluye el módulo de comando Apolo-Soyuz, que fue puesto en órbita por los astronautas estadounidenses en 1975, el traje espacial utilizado por el astronauta del Apolo 16, Thomas Mattingly, y Mercury Redstone 2, que llevó a un champancé llamado Ham al espacio en 1961.

Curiosamente, el esqueleto de Ham se encuentra en el Instituto de las Fuerzas Armadas del Museo Nacional de Patología de Salud y Medicina, donde se guarda junto a los restos de algunos soldados de la guerra civil americana.
 

El cosmódromo de Baikonur es el primer y más grande centro de operaciones de lanzamiento espacial.

A menudo, los visitantes pueden ver un despegue en directo, mientras que aquéllos con suficiente dinero en efectivo pueden volar hasta el borde del espacio en un avión de combate MiG-29.

Aunque, si prefieres mantener los pies en el suelo, puedes disfrutar de un recorrido por las instalaciones, incluidos los aeródromos.

¿No es precioso? Situado en el desierto de Nuevo México, Spaceport America es el primer puerto espacial construido especialmente para uso comercial, y ya ha servido de base para numerosos vuelos orbitales. Virgin Galactic será pronto su inquilino principal, con clientes que orbitarán desde los más de 3 km. de longitud del Governor Bill Richardson Spaceway.
 

Por suerte, los que no pueden pagar un billete de 200.000 dólares para un viaje al espacio pueden optar por una opción mucho más económica: un recorrido en autobús por el recinto, que tiene un área de despegue vertical, control de misión y centro de operaciones principales.

Este verano, el Centro Espacial Kennedy ha puesto en marcha una serie visitas tipo 'detrás de las cámaras' que antes se encontraban fuera del recorrido, como el edificio de ensamblaje de Vehículos y la plataforma de lanzamiento.

El centro, que celebra su 50 aniversario este año, también tiene una Sala de la Fama de Astronautas, un simulador de despegue espacial, y múltiples exposiciones.

Ha sido utilizado por la NASA para vuelos espaciales tripulados sólo por una persona desde 1968 y su enorme edificio de ensamblaje de vehículos es la cuarta construcción más grande del mundo en cuanto a volumen.

Macao puede parecer un lugar extraño para aprender cosas sobre el espacio, pero su Centro de Ciencias es una visita obligada para los astronautas potenciales.

Su impresionante planetario es el hogar del primer sistema de cúpula digital en un teatro, y allí se producen conferencias periódicas de expertos reconocidos mundialmente.
 

Entre los conferenciantes que han asistido se encuentra Aoyang Ziyuan, el hombre que está detrás del programa espacial de China.

Y, si te has cansado de ver cosas relacionadas con el espacio, en el teatro podrás observar cómo un robot resuelve el cubo de Rubik en cuestión de segundos.

 

El Centro de Ciencias de Singapur es el hogar de varias exposiciones relacionadas con el espacio, incluyendo la nave espacial Mars Pathfinder, que aterrizó en el planeta rojo en 1997, y una gigantesca exposición sobre el papel de los otros planetas, cometas y satélites.

El observatorio del centro, que está abierto al público, es uno de los pocos que se encuentran situados en el ecuador, por lo que su posición permite al visitante observar ambos hemisferios celestes: norte y sur.

Vale, quizás no sea buena idea ir allí durante la época de huracanes, pero a los aficionados más jóvenes les encantará el Centro de Ciencias de Orlando, donde podrán encontrar exposiciones interactivas relacionadas con el espacio.

Los visitantes también podrán ver las imágenes tomadas directamente por el telescopio espacial Hubble, y utilizar un programa de software de la NASA para saber exactamente qué estrellas y constelaciones se pueden ver en diferentes épocas del año.

Incluso existe la oportunidad de probar un vehículo móvil sobre un terreno marciano simulado. Eso sí, no atropelles a ningún extraterrestre...

Hasta la década de 1990, la ubicación de la Ciudad de las Estrellas (sede del Centro de Entrenamiento de Cosmonautas Yuri Gagarin desde los años '60) fue un secreto muy bien guardado, ya que la zona era considerada una 'ciudad cerrada'.

Muchos cosmonautas rusos pasados y presentes aún viven en las Ciudad de las Estrellas con sus familias, pero ahora se permiten visitas regulares a la zona.

Cuenta con una maqueta a tamaño real de la estación espacial Mir y permite visitar el hidro-laboratorio, que acoge un módulo de una estación espacial de 20 toneladas y lo utiliza para el entrenamiento en gravedad cero.

A pesar de lo que se suele decir, el tamaño sí importa, especialmente en el mundo de la astronomía.

Este observatorio y centro de visitantes puertorriqueño cuenta con el telescopio de apertura simple más grande del mundo.

Otras reclamos para visitarlo son sus apariciones en la gran pantalla, incluyendo 'Golden Eye', 'Expediente X' y 'Contact'.
 

Este telescopio ha realizado varios descubrimientos: en 1965, los científicos que utilizaban este telescopio descubrieron que la rotación de Mercurio no era de 88 días, como se pensaba, sino sólo de 59 días.

El astrónomo polaco Aleksander Wolszczan también lo utilizó para descubrir la órbita de tres nuevos planetas y un cometa en la década de 1990.