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Embarazo: ¿En qué medio de transporte viajo?
¿Tienes planeado algún
desplazamiento este verano?
Adelante, viajar en tu estado no tiene por
qué suponer ningún problema. Eso sí, necesitas un poco más de
planificación y elegir bien el medio de transporte
Por fin está a la vuelta de la esquina el momento de
disfrutar de las ansiadas vacaciones. Y este año van a
ser muy especiales para ti, porque llevas contigo al
pasajero más importante: tu futuro bebé.

Por esta misma razón, a la hora de
desplazarte
a cualquier sitio debes prestar una mayor atención a algunos aspectos,
como el medio de transporte elegido, los horarios de
partida y llegada...
Así lograrás que tus viajes sean seguros y
disfrutarás sin problemas de uno de los veranos más importantes de tu
vida.
Aspectos prácticos
Sin duda, el mejor momento para
viajar embarazada es durante el segundo trimestre (desde la semana 18 a
la 30), cuando las náuseas de los primeros meses han remitido y tu aún
te encuentras bastante ágil.
Si estás en el primer trimestre, sobre todo al
principio, tu ginecólogo te habrá advertido que debes tener
cuidado (muchos expertos aconsejan incluso no realizar
desplazamientos) y optar por trayectos y destinos
cómodos
y tranquilos, ya que éste es el período de implantación
del embrión y existe un mayor peligro de sufrir un aborto espontáneo.
Y si te encuentras en el tercer trimestre de la
gestación, probablemente te sientas bastante más
incómoda,
entre la tripa y las elevadas temperaturas, y viajar te resulte un tanto
engorroso.
En cualquier caso, uno de los detalles más importantes
a considerar a la hora de salir de viaje es la elección del medio de
transporte. Y aunque ésta va a ir en función de tus
necesidades puntuales, hay dos aspectos básicos a tener en cuenta: la
comodidad (y esto incluye si vas a poder moverte, parar
en caso de que lo necesites o tener acceso a los servicios) y el
tiempo que se tarda en llegar al destino.
Por tu seguridad
Para terminar, recuerda que antes de marcharte de
viaje es muy importante que informes a tu ginecólogo de
cualquier detalle relevante y que lleves contigo los
informes del embarazo, las tarjetas sanitarias, el
teléfono
de tu médico y también el del hospital más cercano.
Además, has de comprobar si el
seguro
cubre tu estado. "Y no sólo si te vas a la otra punta del mundo, hazlo
también aunque el viaje finalice en el pueblo vecino. Te puede pasar
cualquier cosa en cualquier sitio", recomienda Carlota Basil, ginecóloga
y autora del libro "Vamos a ser padres" (Ed. Grijalbo).
Una vez que llegues a tu destino, para prevenir
posibles complicaciones ten presentes otros detalles,
como no beber agua del grifo en sitios que no te
ofrezcan garantías sanitarias (tampoco bebidas con hielo), dejar para
otra ocasión las visitas a lugares que estén a demasiada
altitud
o que sean muy calurosos...
Se trata, en definitiva, de disfrutar de tus viajes
sin dejar de pensar en tu seguridad y en la de tu hijo.
Merece la pena, ¿no crees?
Desplazarte en coche en la gestación
Es una buena opción para los
trayectos cortos y medios y tiene la ventaja de que puedes ir a tu
ritmo.
Si has de conducir (algunos
ginecólogos aconsejan no hacerlo al final del embarazo) hazlo
suavemente, evitando acelerones o frenazos. Si el
viaje es largo, lo ideal sería que te
turnaras al
volante o, mejor aún, que te llevaran y pudieras
dormir
un poco.

Silvia Corchs, matrona del Centro de Salud Sexual
y Reproductiva de Granollers, recomienda
evitar
viajes de más de diez horas, parar cada dos para descansar y
estirar las piernas y evitar los momentos de más
sol, porque aunque dentro del coche estés fresquita, cuando
bajes notarás mucho el cambio de temperatura.
Y no olvides...
Viajar siempre con
cinturón. No
ponértelo va en contra de tu seguridad y la del bebé (según el Real
Automóvil Club de España, el mayor riesgo de muerte del feto en un
siniestro es el fallecimiento de la madre).
Además, muchos estudios avalan su
idoneidad en la gestación. Uno realizado por el Colegio
Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos concluyó que las
embarazadas que llevaban puesto el cinturón en los accidentes
redujeron el riesgo de muerte o lesión del bebé en un 84%.
Lo que sí debes tener en cuenta es
cómo
ponértelo. El RACE aconseja noholgarlo y situar la
banda inferior ceñida a la pelvis, para que no
presione el abdomen, y la superior entre los senos y sobre el
esternón, rodeando la barriga. En el mercado hay
dispositivosespeciales para ajustar el cinturón en el
embarazo.
Y otro consejo es
nodesactivar el
airbag frontal, pero sí desplazar el asiento para
que esté a una distancia de seguridad de 25 centímetros.
Tren, una opción estupenda para el embarazo
Un medio de transporte genial para la embarazada,
tanto en trayectos largos como en los
cortos.
Sin lugar a dudas, el tren es una de las
mejores alternativas para desplazarte durante el embarazo.
Te ofrece una libertad de acción mayor que otros
medios de transporte, puedes andar cuando y como tú
quieras, pasear por los pasillos o estar de pie.

Además, también es una buena opción en trayectos
largos, porque puedes optar por los trenes de alta velocidad o
plantearte la opción de viajar de noche en un coche
cama.
Por otra parte, normalmente disponen de servicio
de restaurante, por lo que te ahorras tener que
planificar comidas.
Y por último, es de los medios que menos
restricciones tiene para mujeres gestantes, porque Renfe no
pone limitaciones para viajar.
Y no olvides...
Ponerte ropa cómoda y holgada y,
entre los utensilios que lleves a mano, incluir una
almohada
cervical: te irá muy bien para rebajar la tensión muscular si estás
mucho rato sentada.
El autocar, poco indicado para la futura mamá
No es un medio de transporte muy adecuado para ti en
esta época, sobre todo si tienes que realizar trayectos
largos.
Para trayectos cortos, viajar en autocar no supone
mucho problema (consulta sobre su normativa, porque
cada compañía tiene sus especificaciones, aunque en general no ponen
limitaciones a las embarazadas).

Pero en viajes largos es el medio menos
indicado. En esta etapa tienes ciertas
necesidades
que un autocar difícilmente cumplirá.
Por ejemplo, ten en cuenta que no podrás parar
cuando lo necesites (y deberías estirar las piernas al menos cada
dos o tres horas). Tampoco moverte demasiado, y si
los asientos son pequeños y con poco
espacio entre
ellos, te resultará incómodo.
Además, aunque hoy la mayoría de autocares tienen
baño, no son lo más cómodo del mundo.
Y no olvides...
Aprovechar cada parada para dar una
vuelta.
Silvia Corchs recomienda también hacerte un
masaje
en las piernas con alguna crema, siempre en sentido ascendente.
"Además de hidratarte y relajarte, te irá bien para la circulación".
Subir a un avión en la gestación
Aunque es una alternativa
cómoda,
conviene que tengas en cuenta las restricciones que
existen y los cuidados que no debes olvidar.
Si te preocupan los
detectores de
metales en los controles, ten presente que no entrañan riesgo para
la salud del bebé. Por otra parte, los aviones están
presurizados, por lo que no sufrirás reducción de oxígeno.

La mayoría de las líneas aéreas (como Iberia o
Bristish Airlines) permiten volar hasta la semana 36 o la 32 si se
trata de un embarazo múltiple, y a partir de la 28
exigen autorización médica. Pero como hay pequeñas
diferencias según compañías, lo mejor es que
consultes
su normativa antes de adquirir el billete.
Cuando reserves, pide un
asiento
en la parte delantera (se nota menos el movimiento) y junto al
pasillo (así podrás levantarte más fácilmente).
Si el vuelo no va lleno, quizá te puedan dejar
libre el asiento de al lado. Por razones de
seguridad,
no te permitirán ocupar un asiento junto a las puertas de
emergencia.
No olvides...
Beber
periódicamente. En los aviones hay poca
humedad y
eso favorece la deshidratación.
Por otro lado, en viajes largos recuerda que tú
tienes más riesgo de sufrir ?el síndrome de la clase turista? (una
trombosis venosa).
Para evitarlo muévete cada cierto
tiempo, haz ejercicios como girar los tobillos y
flexionar las piernas y evita estar mucho rato con las piernas
cruzadas.
Viajar en barco en la gestación
Antes de comprar el billete debes tener en cuenta
varios aspectos, fundamentales ahora que estás esperando un bebé.
Generalmente, el barco es un medio
cómodo,
porque permite una movilidad que otros medios no pueden
igualar.

De hecho, los de líneas de
crucero
son tan grandes que será casi como vivir en una
isla;
paseas, vas al restaurante, duermes...
Cada compañía tiene una
normativa
específica en cuanto a embarazadas. La mayoría admiten a gestantes hasta
la semana 27 o 28 y después exigen un certificado
médico.
Si estás a siete días de la fecha prevista de parto queda casi
descartado que te permitan embarcar.
Algo a considerar es que no todas las compañías
disponen de servicio médico a bordo.
Pregunta
antes de comprar el billete.
Y no olvides...
Si eres de las personas que se
marean
con facilidad, plantéate si quieres optar ahora por viajar en barco, ya
que estando embarazada tienes una mayor
tendencia a
sufrir este problema.
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